SEMANA MUNDIAL DEL PARTO RESPETADO: LEMA AÑO 2016 “MI CUERPO, MI DECISIÓN, MI BEBÉ”

SEMANA MUNDIAL DEL PARTO RESPETADO

Del 16 al 22 de mayo, el mundo celebró la semana del Parto Respetado, cuyo objetivo principal es promover la importancia de la desmedicalización del parto normal y, en pos de ese objetivo, surgieron distintas iniciativas como el modelo “Maternidades Seguras y Centradas en la Familia”. Argentina no se quedó afuera y se sumó con diferentes acciones y eventos de concientización y debate a través de importantes organizaciones que promueven y defienden este proyecto.

Foto- Semana Mundial del Parto Respetado

Desde el año 2004 y gracias al impulso de la Alianza Francesa por el Parto Respetado (más conocida como AFAR, por sus siglas en francés que refieren a Alliance Francophone pour l"Accouchement Respecté), se celebra mundialmente y cada mes de mayo la Semana por el Parto y el Nacimiento Respetado. Cada año la importancia está puesta en un lema diferente y ésta vez el foco fue “mi cuerpo, mi decisión, mi bebé”. Pero, ¿por qué surge ésta iniciativa y cómo adquiere semejante vigor a nivel mundial?

Según los especialistas el parto comenzó a realizarse en hospitales a principios del siglo XX para disminuir la mortalidad materno-neonatal, pero en ese entonces comenzaron a abordar el nacimiento de una manera similar al enfoque dirigido a las enfermedades, transformando el parto normal en un mero “acto médico y científico” y dejando de lado aspectos familiares trascendentales. De esta manera las mujeres no tuvieron otra opción que aceptar las reglas impuestas, lo que provocó que perdieran su protagonismo en un momento tan importante e irrepetible.

Pero las voces defensoras del mundo no quisieron callarse y en 1985 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que “el nacimiento no es una enfermedad” sentando las bases para una transformación de paradigma que continúa hasta la actualidad. Más adelante, en el mismo año en que se llevó a cabo la primer Semana Mundial por el Parto y el Nacimiento Respetado, en nuestro país se sancionó y promulgó la Ley Nº 25.929, conocida como “la ley del parto respetado”. Según el Ministerio de Salud de la Nación, el término “parto respetado” hace referencia a una modalidad de atención del parto caracterizada por el respeto a los derechos de los padres y los niños y niñas en el momento del nacimiento, buscando generar un espacio familiar en donde la mamá y su bebé sean los verdaderos protagonistas y donde el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible.

Lamentablemente esto no es lo que sucede en la realidad y la tasa de cesáreas en Argentina, al igual que en distintos países de la región, es más alta que la recomendada por la OMS Pero ¿por qué?.

Según la Organización Panamericana de la Salud en los últimos años, los gobiernos y los profesionales de la salud han expresado su preocupación respecto del incremento en la cantidad de partos por cesárea y las posibles consecuencias negativas para la salud materna e infantil. La cesárea es una de las operaciones quirúrgicas más frecuentes del mundo, con tasas que siguen subiendo, en particular en los países de ingresos medios y altos. Aunque puede salvar vidas, a menudo se realiza sin necesidad médica, poniendo a las mujeres y a sus bebés en riesgo de problemas de salud a corto y a largo plazo. Una nueva declaración de la OMS recalca la importancia de enfocarse en las necesidades de cada paciente y desalienta centrar la atención en intentar alcanzar una tasa determinada.

La cesárea podría ser necesaria cuando el parto vaginal entrañe un riesgo a la madre o el bebé, por ejemplo debido a trabajo de parto prolongado, sufrimiento fetal, o porque el bebé está presentándose en una posición anormal. Sin embargo, las cesáreas pueden causar complicaciones significativas, discapacidad o muerte, en particular en los entornos que carecen de los establecimientos para conducir las prácticas quirúrgicas seguras o tratar complicaciones potenciales.

La Organización Panamericana de la Salud sostiene que desde 1985, la comunidad internacional ha considerado que la "tasa ideal" para las cesáreas debe oscilar entre 10% y 15% a nivel de población, disminuyendo el número de defunciones maternas y de los recién nacidos. Pero cuando la frecuencia va por encima de dichos valores, no hay indicios de que mejoran las tasas de mortalidad.

Se estima que, a nivel mundial, la tasa de cesárea supera el ideal. En América, es del 38,9% en promedio, según los últimos datos disponibles de 25 países. Esta cifra, sin embargo, podría ser mayor ya que en muchos casos no se tiene en cuenta las cesáreas que se realizan en el sector privado.

En este contexto, y en el marco de la Semana Mundial del Parto Respetado, el Ministerio de Salud de la Nación, en conjunto con la OPS/OMS, UNICEF y la Academia Nacional de Medicina consideraron una necesidad plantear la apertura a un debate amplio sobre la situación actual del nacimiento por cesárea, la percepción de la población sobre la forma de parir, y los nuevos abordajes e intervenciones para garantizar el parto seguro y respetado, y mejorar la salud de las mujeres y sus recién nacidos. Para ello convocó a destacados especialistas y referentes del tema a nivel regional y local a una jornada que tuvo lugar en la Academia Nacional de Medicina, en la cual asistieron y participaron la representante de OPS/OMS en Argentina, Maureen Birmingham; la representante de UNICEF en Argentina, Florence Bauer; el presidente de la Academia Nacional de Medicina, Manuel Martí y el Académico A. Miguel Larguía, pionero de la Neonatología en Latinoamérica.

Durante la reunión se compartieron nuevos abordajes e intervenciones para promover el parto respetado, se difundieron estrategias como la regionalización perinatal y el modelo de Maternidad Segura y Centrada en la Familia. Se expusieron experiencias de buenas prácticas en América Latina y se presentaron estudios epidemiológicos y de percepción sobre la operación cesárea.

Para ilustrar el debate que surge alrededor del tema trascendental, es relevante resaltar y comparar la opinión de la población y, por otro lado, la de un profesional afín. Desde del programa “Tardes Bárbaras” de Radio Ciudad AM 1110 ambas voces encontraron su propio espacio a través de la participación de los especialistas Constanza Cilley, Directora Ejecutiva de Voices! y el Dr. Fernando Althabe, médico obstetra y Director del Departamento de Investigación en Salud de la Madre y el Niño del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS)

Es interesante el aporte de cada uno de ellos ya que, además de aclarar y diferenciar aspectos de controversia, comparten un panorama sincero de la actualidad. Según el Dr. Atlhabe, un parto respetado implica tratar de evitar un parto sobre-medicalizado, respetando las preferencias de la mujer respecto de cómo iniciar el trabajo de parto y cómo conducirlo hasta el momento del nacimiento, evitando cualquier tipo de intervención invasiva o innecesaria.

Haciendo frente al debate, el especialista rompe con el prejuicio arraigado en nuestra sociedad por el cual la mayoría de los médicos recomiendan la cesárea por una cuestión de intereses personales ya que reciben una mayor retribución económica. Sostiene que es algo mucho más complejo y que nada tiene que ver con una cuestión económica, salvo excepciones aisladas, sino que es un problema en el sistema de salud general, en cómo está organizada la atención del parto de las mujeres. Por otro lado, continúa exponiendo, hay que diferenciar lo que sucede en el sector publico del privado. En el ámbito privado generalmente las mujeres buscan la atención por un proveedor particular: hay preferencia por mantener la misma atención personal durante el embarazo, el parto y en el cuidado posterior, pero la realidad es que no hay ninguna incidencia en que sean diferentes profesionales los que se ocupen de los diferentes momentos del parto.

Hoy en día todavía no hay datos exactos ni confirmados, pero sí investigaciones y bastantes indicios de que el hecho de nacer por fuera de la vía vaginal puede derivar en diferentes riesgos o consecuencias para el recién nacido durante su vida adulta, como alergias o enfermedades infecciosas. De esta manera queda planteado un interrogante interesante y, desde ya, preocupante: si los indicios se confirmaran, ¿qué pasará cuando una población supere el 50 % de la tasa de cesárea?

La primer encuesta de opinión pública que indaga sobre la percepción de la cesárea en la población fue realizada por Voices! Research & Consultancy e impulsada por un grupo de profesionales que apoyan a la mujer en situación de embarazo y crianza.

Uno de los puntos relevantes que expone es que hay un nivel llamativo de desinformación y eso genera falta de seguridad en las decisiones, lo que desencadena un estado de arrepentimiento posterior en varias mujeres: es normal que después de una cesárea comiencen a investigar y a informarse y luego, en su próximo parto e inclusive con su historial médico, elijan y defiendan el nacimiento por vía natural. Es importante destacar que las cesáreas salvan vidas, pero es necesario buscar un equilibrio y conocer cuando es necesaria y cuando no lo es.

A través del estudio sobre población local los resultados reflejan que las mujeres que prefieren cesárea lo justifican porque es un procedimiento de menor sufrimiento, lo que transmite una falta de valores ya que no le encuentran el sentido a este dolor tan especial. Otro aspecto fundamental es que no se tiene en cuenta al bebé, para quien, en las circunstancias normales, siempre es mejor el nacimiento por parto natural. El aspecto positivo que transmite la encuesta es que existe una preocupación general por este tema: los argentinos son conscientes de que hay un incremento en la tasa de cesáreas, y que si bien es un procedimiento que salva vidas, saben que existen casos en los cuales se realizan cesáreas sin necesidad médica, es decir sin riesgo real para la madre o el hijo.

La Directora de Voices! Research & Consultancy, Constanza Cilley, defiende la importancia de volver a darle a la mujer el protagonismo que le corresponde en éste momento de su vida, siempre acompañada y orientada por su médico de cabecera, lo cual es fundamental para la seguridad y confianza de la futura madre.

Finalmente, y recordando las palabras del Dr. A. Miguel Larguia, es fundamental resaltar “la importancia de la institucionalización del parto, para lo cual las Maternidades deben parecerse cada vez menos a hospitales y más a los hogares, conservando toda la proximidad que el avance de la ciencia y la tecnología han aportado en estos años. Los agentes de salud debemos comprender que los verdaderos dueños de casa en las Maternidades son las mujeres, sus hijos antes y después de nacer, en el contexto de sus grupos familiares”.